Una de las estrategias más ingeniosas y efectivas de Satanás fue la de engañar al emperador Constantino con una falsa conversión. La influencia que ese evento tuvo en la historia posterior, tanto religiosa como secular, es incalculable. Las testimonios difieren, pero si esto ocurrió por una visión o un sueño que fue relatado por Eusebio y Lactantius, 1 Constantino vio una "Cruz" en el cielo y escucho una proclamación de "una voz" (según algunas versiones de la historia también las palabras estaban inscritas en la Cruz), "con esta cruz conquistaras". El año anterior, el Dios Apolo también le había prometido la victoria.
Los edictos de tolerancia de Constantino dieron a cada hombre "derecho a elegir su religión según los dictados de su conciencia y su convicción sincera, sin compulsión o injerencia del gobierno".2 Schaff considera que la conversión de Constantino fue un avance maravilloso para el cristianismo: "la iglesia asciende al trono de los Césares bajo la bandera de la Cruz y da nuevo vigor y lustre al antiguo Imperio de Roma".3
De hecho, que la "conversión" aceleró la corrupción de la iglesia por medio de su unión al mundo.4
¿Cómo podría proceder un verdadero seguidor de Cristo, cuyo reino no es de este mundo y cuyos funcionarios no hacen guerra, o el proceder a la guerra en su nombre? ¿Cómo podría proceder un verdadero seguidor de Cristo, bajo la insignia de la Cruz, para conquistar con la espada? De hecho que más adelante los caballeros de las cruzadas hicieron lo mismo, matando musulmanes y judíos para retomar la "Tierra Santa" bajo la promesa del Papa Urbano II (quien coincide con Mahoma y el Corán y sus promesas a los musulmanes) del completo perdón de los pecados por quienes murieron en esta guerra santa (los musulmanes lo llaman Yihad). Por supuesto las cruzadas, como todas las guerras de los papas, fueron muy Agustinas. La ciudad de Dios debía ser defendida.
De Constantino a Agustín
Durant y otros historiadores han señalado que Constantino nunca renuncio a su lealtad a los dioses paganos. Él no abolió el Altar de la victoria en el Senado, ni las vírgenes vestales que atendían el fuego sagrado de la diosa Vesta. El Dios del sol, y no Jesucristo, continuó siendo homenajeado en las monedas imperiales. A pesar de la "Cruz" (en realidad la Cruz del dios Mitras) que figuraba en sus escudos y banderas militares. Constantino tenía un medallón creado honrando el sol por la "liberación" de Roma; y cuando prescribió un día de descanso, fue otra vez en nombre del Dios Sol ("el día celebrado venerando el sol" 5), y no el hijo de Dios.6 Durant nos recuerda que a lo largo de su vida "Cristiana" Constantino continua utilizando ritos paganos como cristianos, y dependía de "fórmulas mágicas paganas para proteger los cultivos y curar las enfermedades".7
Otro indicio de su "conversión" fue que Constantino asesinó a quienes podrían haber tenido algún derecho a su trono, incluyendo su hijo Crispus, también un sobrino y un cuñado. Fue como muchos historiadores concuerdan; una hábil maniobra política para unir el imperio. El historiador Philip Hughes, él mismo un sacerdote católico, nos recuerda; "en sus modales [Constantino] retuvo, hasta el final muchos de los dioses paganos de su vida temprana. Su temperamento furioso, su crueldad que una vez incitada, no escatimo ni las vidas de su esposa e hijo. Estas son... testigo desagradable de la imperfección de su conversión".8
No fue mucho después de la nueva tolerancia que Constantino abogó, que se encontró ante un problema que él nunca esperaba: división dentro de la iglesia cristiana, a la cual le había dado libertad. Como mencionamos en el capítulo anterior, llego a su colmo en África del norte con los donatistas, quienes, preocupados por la pureza de la fe, se separaron de las iglesia oficial del estado y rechazaron sus ordenanzas e insistieron en rebautizar a su clero que se había arrepentido, después de haber negado la fe durante la persecución que surgió cuando el emperador Diocleciano exigió ser adorado como un dios.9 Después de muchos años de esfuerzos inútiles para restablecer la unidad a través de discusión, debates, consejos y decretos, Constantino finalmente recurrió a la fuerza. Frend explica:
En la primavera del 317 [Constantino] lleva a cabo su decisión de publicar un edicto "más severo" contra los donatistas, confiscando sus propiedades y exiliando a sus líderes. En el curso de cuatro años había sido derogada la libertad universal de la conciencia que fue proclamada en Milán. El estado se había convertido una vez más en un perseguidor, sólo que esta vez a favor de la ortodoxia cristiana. [Los donatistas] no entendieron ni se preocuparon por la conversión de Constantino. Para ellos era un caso del diablo, insistiendo en que "Cristo era un amante de la unidad". En su opinión, la hostilidad fundamental del estado hacia la iglesia [verdadera] no había sido alterada.10
De su propia forma y en su tiempo, Agustín siguió la línea de Constantino en su tratamiento de los donatistas, que seguían siendo una espina en el costado de la iglesia romana. "Mientras que Agustín y los católicos hacían hincapié en la unidad de la iglesia, los donatistas insistían en la pureza de la iglesia y rebautizaban a todos aquellos católicos que llegaban a ellos — ya que consideraban corruptos a los catolicos."11
Constantino había sido "implacable [como lo serían también Agustín y su discípulo Calvino] en su búsqueda de 'herejes' [prohibiendo] a todos aquellos fuera de la iglesia Católica a congregarse... y confiscó sus bienes... Las mismas cosas que los cristianos habían sufrido, ahora se practicaban en nombre del cristianismo."12
Como buen ciudadano disfrutando la bendición del emperador y creyendo en la iglesia del estado que Constantino había establecido, Agustín persiguió y sancionó hasta la matanza de los donatistas y otros cismáticos, como ya lo hemos visto. Gibbon nos dice que las medidas severas contra los donatistas "obtuvo la más cálida aprobación de Agustín [y así] gran cantidad de donatistas se reconciliaron (fueron forzados nuevamente) a volver a la iglesia católica".13
De Agustín se ha dicho que "la misma grandeza de su nombre ha sido un medio de perpetuar los más grandes errores que él mismo propagó. Más que nadie, Agustín ha alentado la perniciosa doctrina de salvación por medio de los sacramentos de la iglesia terrenal organizada, que trajo consigo la superstición junto con toda la maldad y las miserias que ha ocasionado a través de los siglos. "14
De Agustín a Calvino
No hay duda que Juan Calvino visualizaba la iglesia de Cristo con ojos de católico romano. Él vio la iglesia (como Constantino lo había moldeado y Agustín cimentado) como socio del estado, con el estado imponiendo la ortodoxia (como ellos lo definieran) a todos sus ciudadanos. Calvino aplica su formación jurídica y su afán, al desarrollo de un sistema de cristianismo basado en una visión extrema de la soberanía de Dios, que por lógica obligaría a los reyes y a toda la humanidad cumplir todos los asuntos de justicia. Y en colaboración con la iglesia, los reyes y otros gobernantes civiles harían cumplir el cristianismo calvinista.
Y aquellos que creían en un reino milenario de Cristo sobre la tierra, Calvino dijo que su "ficción inmadura no merecía refutación".15
Según Calvino, el Reino de Cristo se inicia con su aparición sobre la tierra y ha estado en proceso desde entonces. Calvino Rechazaba el Reino futuro literal de Cristo sobre la tierra, a través de su segunda venida, para establecer un reino terrenal en el trono de David en Jerusalén. Calvino aparentemente se sintió obligado a establecer el Reino por su propio esfuerzo en la ausencia de Cristo.
La Biblia es clara al decir que uno debe "nacer de nuevo" para "ver el Reino de Dios" (Juan 3:3) y que "carne y sangre no pueden heredar el Reino de Dios" (1 Corintios 15:50). Ignorando esta verdad bíblica y siguiendo el error de Agustín, Calvino determino (junto con Guillaume Farel) establecer el Reino de Dios en la tierra en Ginebra, Suiza.
El 10 de noviembre de 1536, la confesión de fe, que Farel había elaborado en conjunto con Calvino, se presentó oficialmente a la ciudad y a toda la burguesía, los habitantes de Ginebra y todo sujeto en sus territorios debía jurar lealtad y adherirse a ella. Fue un documento largo con disposiciones que abarcaban la membresía de la iglesia, asistencia, predicación, obediencia del rebaño y la expulsión de los ofensores. Las autoridades de Ginebra aprobaron el documento el 16 de enero de 1537.
"En marzo fueron desterrados los Ana bautistas. En abril, por instigación de Calvino [se inició una inspección de casa por casa] para asegurar que los habitantes estuviesen suscritos a la confesión de fe... el 30 de octubre hubo un intento de obligar profesiones de fe de todos los que dudaban. Finalmente, el 12 de noviembre un edicto fue emitido declarando que todos los reacios '[que] no desean jurar lealtad a la reforma se les ordena salir de la ciudad'... "16
"¿La Reforma?" Hubo muchas variaciones y diferencias entre las diversas facciones de la joven reforma desde Lutero a Zwingli. Pero en Ginebra, el Calvinismo iba a ser la única “reforma" y la única "Teología reformada". Hoy esa afirmación presuntuosa todavía es sostenida por los calvinistas en todo el mundo.
Boettner reconoce que; El primer intento de Calvino fracasó. "Debido a un intento de Calvino y Farel de imponer un sistema de disciplina demasiado severo en Ginebra. Esto hizo necesario que salieran temporalmente de la ciudad".17
El retorno triunfal de Calvino
Sin embargo tres años más tarde el Ayuntamiento de Ginebra enfrenta oposición católica desde adentro y la amenaza de intervención armada por los católicos romanos. Ellos decidieron que necesitaban las medidas fuertes de Calvino y lo invitaron a regresar. Él reingresó a la ciudad el 13 de septiembre de 1541. Esta vez, eventualmente tendría éxito en imponer su versión de la reforma a los ciudadanos de Ginebra con mano de hierro. Su primer acto fue entregarle al Ayuntamiento sus Ordenanzas Eclesiásticas, que fueron aprobadas el 20 de noviembre de 1541. Stefan Zweig nos dice:
Uno de los experimentos más trascendentales de la historia comenzó cuando este hombre delgado y áspero entró por la puerta de Cornalina [de Ginebra]. Este estado [la ciudad-estado amurallada de Ginebra] se convertiría en un mecanismo rígido; innumerables almas, personas con infinidad de sentimientos y pensamientos, debían ser compactados en un sistema único y universal. Este fue el primer intento [protestante] hecho en Europa para imponer... una subordinación uniforme sobre toda la población.
Con un rigor sistemático, Calvino empezó a trabajar para realizar su plan de convertir a Ginebra en el primer reino de Dios en la tierra. Debía ser una comunidad sin corrupción, sin desorden, y sin vicio o pecado; iba a ser la nueva Jerusalén, un centro desde donde se irradia la salvación al mundo. Dedicó toda su vida al servicio de esta idea única.18
La pretensión de un reinado eclesiástico ocupó la mayor parte del resto de la vida de Calvino. Aunque reconocían la influencia y el poder de Calvino, el pequeño consejo de sesenta y el gran Consejo de doscientos, responsables por los asuntos civiles (la junta), se resistió a ser controlado por la autoridad religiosa de la que Calvino tenía influencia. La lucha por el poder continuó durante años, incluso el consistorio trato de mantener el control sobre algunas disciplinas como las excomuniones de la iglesia y Calvino desafiantemente se negaba a ceder los derechos.
Finalmente, en febrero de 1555, los partidarios de Calvino obtuvieron la mayoría absoluta en el Consejo. El 16 de mayo hubo un intento de Calvino para excluir de la cena del Señor, a ciertos oficiales cívicos libertarios.19 Dirigentes de esta revuelta huyeron de Ginebra a Berna y fueron condenados a muerte durante su ausencia. Cuatro de los que no lograron escapar fueron decapitados y descuartizados y partes de sus cuerpos fueron colgados en lugares estratégicos como una advertencia.20 Evocando la frase "secuaces de Satanás" que uso años antes contra los Ana bautistas, Calvino justificó su barbarismo: "Aquellos quienes no corrigen el mal cuando pueden hacerlo y cuando su puesto lo exige son culpables de lo mismo".21
Desde el inicio de1554 hasta su muerte en 1564, "nadie se atrevió a oponer al reformador abiertamente". 22 Los opositores de Calvino habían sido silenciados, expulsados e incluso huido para salvar sus vidas. El control de Calvino "sobre la ciudad continuó sin desfallecer". Él determinó convertir Ginebra en la base de construcción para la Ciudad de Dios, de Agustín, mundialmente. "Ginebra se convirtió en el símbolo y la encarnación de la 'otra' reforma..." 23 Esta es la que los calvinistas actuales declaran que fue la reforma.
Tiranía en Ginebra
Tal vez Calvino pensaba que él era instrumento de Dios para forzar la gracia Irresistible (una doctrina clave en el Calvinismo) sobre los ciudadanos de Ginebra, Suiza, incluso sobre aquellos que probaron su indignidad por resistirse a la muerte. Sin lugar a dudas hizo lo mejor para ser irresistible en la imposición de "justicia", pero lo que él impuso y la manera en que lo impuso estaba lejos de gracia y las enseñanzas y el ejemplo de Cristo.
Algunos de quienes profesan una fe "Reformada" hoy en día, especialmente las denominados Reconstructores como el desaparecido Rousas J. Rushdoony, Gary North, Jay Grimstead y otros (incluyendo organizaciones como la Coalición del Avivamiento), usan Ginebra de Calvino como su modelo y así pretenden cristianizar a los Estados Unidos y al mundo.
Muchos activistas cristianos de alianza menos extrema que Calvino, quieren a su manera, por medio de marchas, protestas y la organización de grandes grupos de votos, forzar a una ciudadanía estadounidense impía a vivir de manera piadosa. Nadie ha trabajado tan arduo y por tanto tiempo en lograr esto, como Calvino. Durant informa:
Para regular la conducta del laico se estableció un sistema de visitas domiciliarias... se cuestionaba a los ocupantes acerca de todas las etapas de sus vidas... El color y la cantidad de ropa permitida, el número de platos permisibles en una comida, fueron especificados por la ley. Joyas y encajes eran mal vistos. Una mujer era encarcelada por arreglarse el cabello a una altura inmoral...
El control de censura de la prensa fue asumido y todos los antecedentes católicos y laicos fueron agrandados: libros de tendencia inmoral fueron prohibidos... Hablar irrespetuosamente de Calvino o del clero era un crimen. Una primera violación de estas ordenanzas fue castigada con una reprimenda. Violaciones adicionales con multas y violación persistente con pena de prisión o destierro. La fornicación debía ser castigada con el destierro o por ahogo; adulterio, blasfemia o idolatría, con la muerte... un niño se decapitaba por golpear a sus padres. En los años 1558 – 59 hubieron 414 procesos por delitos morales; entre 1542 y 1564 hubo setenta y seis exilios y cincuenta y ocho ejecuciones; la población total de Ginebra era entonces acerca de 20,000. 24
La opresión de Ginebra no pudo ser del Espíritu Santo ("...donde está el espíritu del Señor, allí hay libertad" 2 Corintios 3:17), sino que era la personalidad poderosa de Calvino y la visión extrema de la soberanía de Dios que niega el libre albedrío al hombre. Por lo tanto "gracia" debía imponerse irresistiblemente en un intento no bíblico, para infligir "piedad" a los ciudadanos de Ginebra. Esto es en contraste a la humildad, misericordia, amor, compasión y paciencia de Cristo, a quienes amaba y buscó servir. Calvino ejerció autoridad igual que el papado, que el mismo despreciaba, y por otra parte, criticó a otros líderes protestantes por no hacer lo mismo:
Viendo que los defensores del papado eran tan amargos y audaces a raíz de sus supersticiones y que en su furia atroz derramarían la sangre de los inocentes, debería avergonzar a los magistrados cristianos, que en la protección de cierta verdad, son totalmente desamparados de espirtu.25
Los defensores de Calvino niegan los hechos e intentan exonerarlo echando la culpa de lo que hizo a las autoridades civiles. Boettner aún insiste en que "Calvino fue el primero de los reformadores en demandar la separación entre iglesia y estado".26. Pero Calvino no sólo estableció la ley eclesiástica, sino también codificó la legislación civil.27
El responsabilizó a las autoridades civiles de "fomentar y mantener la adoración externa de Dios, a defender la sana doctrina y la condición de la iglesia" 28 y controlar para que "ninguna idolatría, ningún nombre blasfemo contra Dios, ninguna calumnia contra su verdad, ni otras ofensas a la religión, salieran y fuesen difundidas entre la gente... [Pero] para evitar que la religión verdadera... fuese impugnada abiertamente, violada o contaminada por blasfemia pública".29
Calvino utilizo el brazo civil para imponer sus doctrinas peculiares a los ciudadanos de Ginebra, y para hacerlos cumplir. Zweig, quien estudio minuciosamente los registros oficiales del Ayuntamiento en el tiempo de Calvino, nos dice, "no pasa ni un día, en los registros del Ayuntamiento, en el que no encontramos la observación: “Mejor consultar al maestro Calvino acerca de esto".30
Pike nos recuerda que a Calvino se le dio una "silla de consultor" en todas las reuniones de las autoridades municipales y "cuando estaba enfermo, las autoridades llegaban a su casa para secionar".31 En lugar de disminuir con el tiempo, el poder de Calvino creció. John McNeil, un calvinista, admite que "en los últimos años de Calvino y bajo su influencia, las leyes de Ginebra se volvieron más detalladas y más exigentes".32
¡No se Cruce con el Dr. Calvino!
Con control dictatorial sobre la población ("logrando gobernar como han hecho pocos soberanos" 33), Calvino impuso su marca de cristianismo a la ciudadanía con las flagelaciones, encarcelamientos, destierros y ser quemado en la hoguera. Calvino ha sido llamado "el Papa protestante" y "el Dictador Ginebrino" que "toleraba en Ginebra las opiniones de solo una persona, el mismo".34 Acerca de la adopción de una confesión de fe que se hizo obligatoria para todos los ciudadanos de Ginebra, el historiador Philip Schaff comenta:
Fue una incoherencia evidente que aquellos que recién habían sacudido del yugo papal como una carga intolerable, debían ahora someter su conciencia y su intelecto a un credo humano; en otras palabras, sustituir el papismo romano antiguo por uno protestante moderno.35
Durant dice que "Calvino sostuvo el poder como cabeza de esta junta; desde 1541 hasta su muerte en 1564, su voz era la más influyente en Ginebra".36 Vance nos recuerda que:
Calvino estaba involucrado en todos los aspectos concebibles de la vida urbana: normas de seguridad para proteger a los niños, las leyes contra la contratación de mercenarios, nuevos inventos, la introducción de la fabricación de tela, e incluso Odontología. Él fue consultado no sólo acerca de todos los asuntos importantes del estado, sino en la supervisión de los mercados y ayuda para los pobres.37
A menudo eran loables los esfuerzos de Calvino, pero las cuestiones de fe también fueron legisladas así. Una confesión de fe elaborada por Calvino era obligatoria para todos los ciudadanos. Era un crimen para cualquiera estar en desacuerdo con este Papa protestante. Durant comenta:
Todas las exigencias de los papas por la supremacía de la iglesia sobre el estado fueron renovados por Calvino para su nueva iglesia. [Calvino] fue igual de minucioso como cualquier Papa en rechazar la individualidad de la fe; Este gran legislador del protestantismo repudiaba totalmente el principio de juicio propio con que el mismo había comenzado su nueva religión... En Ginebra... quienes no podían aceptar, tendrían que buscar otro hogar. La constante ausencia a los servicios protestantes calvinistas o la continua falta de tomar la Eucaristía era un delito penable.
Otra vez la herejía... se convirtió en traición al estado y debía ser castigado con la muerte... En un año, con el asesoramiento de la junta, catorce presuntas brujas fueron enviadas a la hoguera por el cargo de que habían convencido a Satanás que afligieran a Ginebra con la plaga.38
Calvino siguió de nuevo los pasos de Agustín, quien había forzado la "unidad... a través de la participación de todos en los sacramentos..." 39 Un médico llamado Jerome Bolsec se atrevió a estar en desacuerdo con la doctrina de la predestinación de Calvino. Fue arrestado por decir que "los que postulan un decreto eterno de Dios por la que él ha ordenado a unos a la vida y el resto a la muerte, hacen de él un tirano..." 40
Bolsec fue arrestado y expulsado de Ginebra con la advertencia de que si alguna vez regresaba seria azotado.41 John Trolliet, un notario de la ciudad, critico la posición de Calvino en cuanto a la predestinación por "hacer Dios el autor del pecado".42 En realidad, esta acusación es válida como veremos en los capítulos 9 y 10. El Tribunal decretó que "ahora nadie debe atreverse a hablar en contra de este libro [Los Institutos] y su doctrina".43 ¡Quedo en nada la libertad de conciencia que se había prometido reemplazaría la opresión intolerable del Papa!
El poder de Calvino era tan grande que traicionarlo era equivalente a la traición de la patria. Un ciudadano llamado Jacques Gruet fue arrestado bajo sospecha de haber colocado un cartel en el púlpito de Calvino que decía en parte " ¡Gran hipócrita...! Después de que la gente sufre mucho, ellos mismos toman venganza... Ten cuidado de que no te suceda como M. Verle [que había sido asesinado]... "44
Gruet fue torturado dos veces al día en una manera similar a la misma Roma, quien fue justamente condenada por los reformistas por hacerlo. Ellos torturaron a las víctimas de la Inquisición que fueron acusados de estar en desacuerdo con sus dogmas. El uso de la tortura para obtener "confesiones" fue aprobado por Calvino.45 Después de treinta días de severo sufrimiento, Gruet Finalmente confesó — si lo hizo sinceramente, o en su desesperación para poner fin a la tortura, no se sabe. El 16 de julio de 1547, "estando medio muerto, fue atado a una estaca, sus pies fueron clavados y su cabeza fue cortada".46 La decapitación era la pena por delitos civiles; ser quemado en la hoguera era la pena por herejía teológica. Aquí vemos que el estar en desacuerdo con Calvino se trataba como una ofensa contra el estado.
Comportamiento Irracional
Calvino siguió los principios de castigo, coerción y muerte que Agustín había defendido. Con respecto a un período de pánico frente a la plaga y la hambruna, Cottret describe "una determinación irracional para castigar a los autores del mal". Cuenta de un hombre que "murió bajo tortura en febrero de 1545, sin admitir su delito... el cuerpo fue arrastrado hasta el centro de la ciudad, a fin de no privar a los habitantes del gran espectáculo de ver quemar, al cual tenían derecho.
Los hechiceros, igual que los herejes... se caracterizaban por sus cualidades combustibles... Las ejecuciones continuaron. Sin embargo, los detenidos se negaron a confesar; las torturas se combinaban habilidosamente para evitar matar al culpable muy rápido... [Algunos] fueron decapitados. Otros cometieron suicidio en sus celdas para evitar tortura... una de las mujeres detenidas se arrojó desde una ventana... Siete hombres y veinticuatro mujeres murieron en la actividad; otros huyeron. "47
En una carta, Calvino informa a un amigo: "el Señor nos pone a prueba de una manera sorprendente. Se ha descubierto una conspiración de hombres y mujeres que desde hace tres años se ocuparon en la difusión de la plaga en la ciudad por medio de brujería... Quince mujeres ya han sido quemadas y los hombres han sido castigados aún con más rigor. Veinticinco de estos criminales todavía están encerrados en las cárceles... Hasta ahora Dios ha preservado nuestra casa".
Cottret continúa: "Por tanto Calvino, comparte en todos los aspectos de las fantasías de sus seguidores. Él encontró la ocasión para exhortar a sus contemporáneos a perseguir a los brujos para 'extirpar su raza'... Un par de estos secuaces de Satanás habían sido quemados el mes anterior... "48 Calvino aún creía que el diablo, al menos en una ocasión, ayudó a librar Ginebra de mal", porque en octubre de 1546 él [el diablo] se llevó por el aire (según el testimonio de Calvino) a un hombre que estaba enfermo de la peste y que era conocido por su mala conducta y la impiedad".49
Las descarriadas buenas intenciones
Nadie ha sido tan exitoso como Juan Calvino en la imposición totalitaria de la "piedad" sobre toda la comunidad. Y por lo tanto, nadie ha demostrado tan claramente como la coerción no funciona, porque ésta no puede cambiar el corazón del hombre. La teología de Calvino, establecido en sus Institutos, niega que el hombre no regenerado pudiera elegir creer y obedecer a Dios. Al parecer, el ignoraba el hecho de sentido común, que la voluntad es esencial, si el hombre ha de amar y obedecer a Dios o mostrar compasión y amor real a sus semejantes.
Por sus constantes esfuerzos en hacer que los ciudadanos de Ginebra obedecieran, Calvino refuto sus propias teorías de la Elección Incondicional y la Gracia Irresistible.
Lo que aparentemente si probo, por años de intimidación totalitaria y fuerza, fue el primero de sus cinco puntos del Calvinismo, la depravación Total. No importa como lo intento, hubo muchos que él simplemente no pudo persuadir a vivir según sus decretos y no importaba cuán grave fuera la pena por no hacerlo. Él tuvo éxito en la creación de muchos hipócritas que exteriormente se ajustaban a la ley, mientras estaban a la vista de las autoridades, pero en sus corazones anhelaban y practicaban, cuando era posible, los mismos pecados del pasado.
Sí hubieron informes de los visitantes que decían que; "el maldecir, el jurar, la fornicación, el sacrilegio, el adulterio y la vida impura" a como se observaba en otras partes, estaban ausentes de Ginebra.50 John Knox, por supuesto, estaba entusiasmado. El dijo de Ginebra "es la escuela más perfecta de Cristo que ha existido en la tierra desde los días de los apóstoles".51
Un ministro Luterano que visitaba, pensaba que la coerción de Calvino era encomiable. Escribió en el año 1610, "Cuando estaba en Ginebra observé algo grande que recordaré y desearé mientras viva". Se encantó con las “investigaciones semanales de conducta y aun de las transgresiones más pequeñas de los ciudadanos" y concluyó, "Si no fuera por la diferencia de religión, me habría encadenado a Ginebra para siempre".52
¿Diferencia de religión? Sí, el calvinismo no era luteranismo, aunque ambos perseguían a los Ana bautistas. En el protestantismo participaban varias facciones rivales y esto sin decir nada de los millones de cristianos verdaderos que nunca habían dado fidelidad a Roma y tampoco salieron de ella como "Protestantes".
Incontables multitudes de estos creyentes habían sido martirizados por los católicos romanos por la instigación de numerosos papas por mil años antes de que nacieran Lutero y Calvino. Así que la representación del calvinismo de hoy como "Teología de la reforma" que supuestamente revivió el verdadero cristianismo, es extremadamente incorrecta.
Admiradores de Juan Calvino citan historias favorables como prueba de la influencia divina que él y las teorías ejercidas que cambiaron a una sociedad atea en una que honra a Dios. Sin embargo, sus métodos estaban lejos de ser como Cristo, y no pueden justificarse por ninguno de los resultados. Y tampoco se pueden justificar por el hecho de que la tortura, encarcelamiento y ejecución habían sido empleados por Lutero y los papas y otros clérigos católicos romanos para forzar sus puntos de vista religiosos sobre aquellos bajo su poder. Un verdadero seguidor de Cristo no se adapta a este mundo. Más bien su comportamiento debe seguir el ejemplo de Cristo, no importando en qué cultura o tiempo de la historia se encuentra.
Los seguidores de Calvino presumen que él era el mayor de los exegetas, que obedecía las escrituras meticulosamente en la formulación de su teología y en la orientación de su vida. Supuestamente, Calvino "estaba dispuesto a romper abruptamente con la tradición donde esta fuese contraria a la palabra de Dios."53
Al mismo tiempo, él es defendido con la excusa de que sólo se estaba conformando a las tradiciones establecidas por Roma, que empezaron con Constantino. Otto Scott dice, "En los primeros años de la reforma, la censura de moda y moral seguía siendo una norma aceptada como parte del reglamento existente de la policía antigua, no sólo en Ginebra, sino en toda Europa."54
Esto es cierto. Tales restricciones desalentaban a los rebeldes de intentar salir de su "clase", etc... Pero ese no fue el cristianismo enseñado y ejemplificado por Cristo y sus apóstoles.
Es imposible defender la conducta de Calvino con la escritura. Sí, el mostro amor y cuidado hacia quienes estaban de acuerdo con él. Sí, él se expendió a sí mismo y acortó su vida por visitar a los enfermos, cuidando el rebaño y predicando continuamente. Pero en su tratamiento de aquellos que estaban en desacuerdo con él, él no siguió, sino que violó las enseñanzas y el ejemplo de Cristo y sus apóstoles.
La desesperación de la “santidad” por la fuerza
Lamentablemente, a pesar de las amenazas y tortura, la Ginebra de Calvino no fue una ciudad tan justa como lo indican las historias seleccionadas de sus simpatizantes. Los registros sobrevivientes del Consejo de Ginebra, dan a conocer una ciudad que es más similar al resto del mundo que a los admiradores de Calvino les gusta admitir. Estos documentos revelan "un alto porcentaje de hijos ilegítimos, niños abandonados, matrimonios forzados y sentencias de muerte".55 La hijastra y el yerno de Calvino estaban entre los muchos condenados por adulterio.56 Calvino había hecho su mejor esfuerzo pero fracasó. Él no había sido capaz de producir entre los pecadores una sociedad ideal — la ciudad de Dios de Agustín — que él visualizo cuando escribió sus Institutos.
Los calvinistas enseñan que los totalmente depravados solo pueden responder a Dios en incredulidad, rebeldía y oposición. White explica: "los hombres no regenerados que son enemigos de Dios: responden a Dios: de manera universal negativa."57 ¡Siendo este el caso, por su propia teoría, los esfuerzos Calvino en Ginebra estaban condenados antes de iniciar!
Hablando por la mayoría de calvinistas, R. C. Sproul explica que según la "visión reformada de la predestinación, antes de que una persona pueda elegir a Cristo debe nacer de nuevo" 58 Y esto sucede por un acto Soberano de Dios. ¿Cómo podría Calvino estar seguro de que Dios había hecho esta obra en los corazones de todos en Ginebra? Si Dios no había predestinado a cada ciudadano de Ginebra a la salvación, entonces Calvino estaba equivocado al intentar forzarlos en un molde cristiano. Sin embargo la coerción y la fuerza fueron parte integral del sistema practicado por Calvino y sus sucesores inmediatos.
Si los calvinistas de hoy no aprueban esta conducta, ¿Podría estar equivocado también en otros aspectos el calvinismo que produjo tal tiranía? ¿Cuántos "elegidos" había en Ginebra? Jay Adams señala que nadie, ni Calvino, podían saber. El Calvinismo no tiene ninguna explicación de cómo los elegidos podían identificarse con certeza entre los hipócritas que actuaban como si fuesen elegidos por portarse bien, y solo por miedo de las consecuencias temporales.
No importa que tanto se esforzó Calvino, si Dios (según la doctrina de Calvino) no había elegido a cada ciudadano en Ginebra a la salvación (y aparentemente no lo hizo), entonces el mal aún existía — aunque no tan descaradamente como en otras ciudades de ese día.
Teniendo en cuenta el fracaso abismal de Calvino, uno se pregunta por qué los Reconstructores de hoy, que sostienen los mismos dogmas, se creen capaces de imponer la vida santificada a naciones enteras. ¿O por qué los evangélicos siguen alabando a Calvino, el opresor de Ginebra?
Servetus: El “Archí Hereje”
Miguel Serveto nació en Villanova en 1511, el hombre conocido en el mundo como Michael Servetus "descubrió la circulación pulmonar de la sangre — el paso de la sangre de la cámara derecha del corazón a lo largo de la arteria pulmonar y a través de los pulmones, allí se purifica por aireación y su retorno, vía la vena pulmonar, a la cámara izquierda del corazón". Era en cierta forma "un poco más loco que el hombre promedio de su época", anunciando el fin del mundo en que "el Arcángel Michael conduciría una guerra santa contra los anticristos, tanto papales como genovenses".59
Sin lugar a dudas, era un hereje cuyos desvaríos sobre Cristo reflejaban una combinación del Islam y el judaísmo, los cuales le intrigaban. Sin embargo, estaba correcto en algunas cosas: que Dios no predestina almas al infierno y que Dios es amor. Sus ideas, de alguna manera indignantes, podrían haber pasado inadvertidas de no haberlas publicado e intentado forzarlas a Calvino y sus colegas con agresión, falta de respeto y blasfemia. Que Miguel Serveto tituló uno de sus trabajos publicados la Restitución del Cristianismo, sólo pudo ser tomada como una afrenta personal intencionada hacia el autor de los Institutos de la Religión Cristiana.
Servetus escribió al menos treinta cartas inoportunas a Calvino, que seguramente causaron gran irritación. El 13 de febrero de 1546, Calvino escribió a Farel, " Servetus me ha enviado un volumen largo de sus desvaríos. Si yo doy mi consentimiento vendrá aquí, pero no doy mi palabra en caso de que venga, si mi autoridad no es de ningún provecho, permitirle salir con vida".60 Servetus cometió el error de pasar por Ginebra, siete años más tarde en camino a Nápoles y fue reconocido cuando asistió a la iglesia (posiblemente por temor al arresto por inasistencia) por alguien que lo reconoció a pesar de su disfraz y notificó a Calvino, quien ordenó su detención.
La Tortura y Hoguera de Servetus
Temprano en el juicio, que duró dos meses, Calvino escribió a Farel, "Espero que la sentencia de muerte sea pronunciada sobre él".61 Obviamente, si el Dios en quien creemos predestina a miles de millones a un infierno ardiente (todos a quien él podría rescatar), entonces quemar en la hoguera a un hereje totalmente depravado parece algo leve y fácilmente justificable. Sin embargo, esa lógica, parece de alguna manera escapar a muchos de los cristianos evangélicos de hoy que admiran a este hombre y se llaman calvinistas.
La acusación, redactada por el abogado Calvino, contenía treinta y ocho acusaciones apoyados por las citas de las escrituras de Servetus. Calvino apareció personalmente en la corte como el acusador y como "principal testigo de los cargos".62 Los reportes personales de Calvino correspondían a las protestas de Servetus con frases como "el perro sucio limpió su hocico... ese bribón pérfido ensucia cada página con delirios impíos", etc.63
El Consejo de Ginebra consultó las otras iglesias protestantes de Suiza y seis semanas más tarde recibió su respuesta: Servetus debería ser condenado pero no ejecutado. Sin embargo, bajo el liderazgo de Calvino, fue condenado a muerte por dos cargos de herejía: unitarismo (rechazo de la Trinidad) y el rechazo del bautismo de infantes. Durant nos describe los horribles detalles:
Pidió ser decapitado en lugar de quemado; Calvino se inclinaba a apoyar esta petición, pero el anciano Farel... lo reprende por esa tolerancia; y el Consejo votó que Servetus debía ser quemado vivo.
La sentencia se llevó a cabo al día siguiente, el 17 de octubre de 1553. De camino (a la hoguera) Farel porfió con Servetus de pedir misericordia divina confesando el crimen de herejía; Según Farel el condenado respondió: "no soy culpable, y no merezco la muerte"; y suplicó a Dios que perdonara a sus acusadores. Él fue encadenado a una estaca, y su último libro fue amarrado a su costado. Cuando las llamas alcanzaron su rostro, grito en agonía, y después de media hora ardiendo murio.64
Calvino acusó a Servetus de "argumentos capciosos" contra el bautismo de los niños. Pero las objeciones principales de Servetus (a pesar de sus otros defectos) eran en realidad muy sanas. La respuesta burlona de Calvino, ausente de carácter cristiano "un tono áspero de burla con filo que nunca dejaría" 65 se condensa como sigue:
Servetus [argumenta] que ningún hombre se convierte en nuestro hermano a menos que sea por el espíritu de adopción... sólo conferido a él por fe al oír... ¿Qué presume... que [Dios] no puede adoptar a los infantes nacidos en Cristo con algún otro método secreto...? Otra vez el objeta, que no pueden ser... los bebés engendrados por la palabra. Pero lo que he dicho una y otra vez lo repito ahora...Dios tiene sus propios métodos de regeneración... para consagrar a los infantes para sí mismo e iniciarlos por un símbolo sagrado... La circuncisión era común en los infantes antes de recibir entendimiento... Sin duda el diseño de Satanás en agredir el bautismo de infantes con todas sus fuerzas... es borrar, la certeza de la gracia divina... que desde su nacimiento han sido... reconocidos por él como sus hijos... 66
A pesar de sus otras opiniones falsas, Servetus estaba en lo correcto en sus objeciones del bautismo de infantes. Por lo tanto fue en ese sentido, quemado en la hoguera por una creencia bíblica que se oponía a la herejía de Calvino en cuanto a la regeneración bautismal de infantes practicados hoy en día en muchas iglesias calvinistas.
El fracaso de los intentos de exoneración
Sus seguidores modernos han hecho muchos intentos por exonerar a Calvino de la muerte inmensamente cruel de Servetus. Se dice que Calvino lo visitó en la cárcel y le suplico que se retractara. Al mismo tiempo, el deseo de Calvino de decapitar a Servetus en lugar de quemarlo en la hoguera no fue motivado por bondad, sino un intento de transferir la responsabilidad a la autoridad civil. Decapitación era la pena por delitos civiles; y el quemarlos en la hoguera era por herejía. Sin embargo, los cargos eran claramente teológicos y no civiles, y fueron presentados por Calvino mismo.
La autoridad civil sólo actuaba a instancias de la iglesia. Según las leyes de Ginebra, Servetus, como un viajero de paso, debía haber sido expulsado de la ciudad, y no ejecutado. Su herejía fue lo que le condeno — y sólo porque Calvino presentó los cargos. Calvino hizo exactamente lo que su punto de vista de Dios requería, concordando con lo que había escrito a Farel siete años antes.
Aquí miramos otra vez, sobre el hombro de Calvino, la gran sombra de Agustín. Para justificar sus acciones, Calvino tomo prestado la misma interpretación pervertida de Lucas 14:23 que Agustín había utilizado. Frend, dijo, "rara vez las palabras del Evangelio han dado un significado tan inesperado”.67 Farrar escribe:
A él [Agustín] se le debe... el espíritu amargo de odio teológico y la persecución. Sus escritos se convirtieron en la Biblia de la Inquisición. Su nombre era aducido — y ¿podría haber un Némesis más terrible de sus errores — para justificar el asesinato de Servetus? 68
Hubo amplia aclamación de católicos y protestantes por igual por enviar a la hoguera a Servetus. La Inquisición en Viena lo quemó en efigie (quemaron un muñeco en representación). Melanchthon escribe a Calvino una carta en la que llamó la quema "un ejemplo piadoso y memorable para la posteridad" y dio "gracias al hijo de Dios" por el "castigo de este hombre blasfemo" sin embargo, otros no estuvieron de acuerdo; y Calvino se convirtió en blanco de críticas.
Muchos que vivieron en el tiempo de Calvino reconocían la maldad de usar la fuerza para promover el "Cristianismo". Calvino carecía de la aprobación plena, incluso entre sus amigos más cercanos. En reprimenda por la quema de Servetus, el Canciller Nicholas Zurkinden, un magistrado, dijo que la espada era inadecuada para forzar la fe.70 A pesar de muchas reprimendas similares, Calvino insistió en que la espada civil debía mantener pura la fe. Su conducta estaba de acuerdo con su rechazo del amor de Dios hacia todos y su negación de la elección humana para creer en el Evangelio.
Las justificaciones propias de Calvino
Algunos críticos argumentaron que el quemar a Servetus sólo alentaría a los católicos de Francia para hacer lo mismo con los hugonotes (70.000 serían asesinados en una sola noche en 1572). Provocado por esa oposición, en febrero de 1554, Calvino publicó un ataque dirigido a sus críticos: Defensio orthodoxae fidei de sacra Trinitate contra prodigiosos errores Michaelis Serveti.
Argumentó que todos los que se oponen a la verdad de Dios son peores que los asesinos, porque el asesinato simplemente mata el cuerpo mientras que la herejía condena al alma para la eternidad (¿Era esto peor que la predestinación de Dios para la condenación eterna?) y que Dios había ordenado explícitamente a los cristianos matar a los herejes y destruir con la espada a cualquier ciudad que abandona la fe verdadera:
Quien mantiene que un mal se ha hecho a herejes y blasfemos al castigarlos [con la muerte] se hace cómplice en su crimen... Es Dios quien habla, y está claro cuál ley se debe retener en la iglesia hasta el fin del mundo... Así no perdonamos familia o parentesco con nadie y olvidamos toda la humanidad cuando se trata de combatir para su gloria.71
Historiador R. Tudor Jones declara que esta frase, que Calvino escribió en defensa de quemar a Servetus, es "Calvino en su más escalofriante... tan aterrador como las notas de Lutero contra los campesinos rebeldes".72 Ocho años más tarde, Calvino todavía se defendía contra la crítica y seguía abogando por el quemar a los herejes. En una carta de 1561 al Marqués de Poeta, Gran Chambelán del rey de Navarra, Calvino informa severamente:
No fracase en librar al país de esos bribones entusiastas que agitan al pueblo a rebelarse contra nosotros. Tales monstruos deben ser exterminados, como yo he exterminado a Michael Servetus el Español.73
Un año más tarde (dos años antes de su muerte), Calvino otra vez justifica la muerte de Servetus y al mismo tiempo reconoce que él era responsable: " ¿y que crimen cometí si nuestro Consejo bajo mi exhortación... tomó venganza sobre sus blasfemias execrables (énfasis agregado)?"74 Los calvinistas de hoy persisten en ofrecer una excusa tras otra para exonerar a su héroe. Sin embargo, un calvinista tenaz como William Cunningham escribe:
No puede haber ninguna duda de que Calvino asumió la responsabilidad de antemano, al momento y después del evento, la transacción de aprobar y defender explícitamente la muerte de Servetus.75
¿Se sujeta a la cultura la vida del cristiano?
Hoy los partidarios de Calvino se quejan que, “ningún líder cristiano ha sido condenado tan a menudo por tantos. Y los motivos comunes de la condenación son la ejecución de Servetus y la doctrina de la predestinación”.76. De hecho, Servetus fue sólo uno de las muchas víctimas del Calvinismo llevados a su conclusión lógica. Sus defensores suelen alegar que lo que hizo Calvino era una práctica común y que se le debe juzgar por la norma de su tiempo. ¿Deben las "nuevas criaturas en Cristo Jesús" no elevarse más alto que las costumbres de su cultura y su momento en la historia? ¡Seguramente que no!
La soberanía de Dios en controlar y causar todo lo que ocurre es el corazón del Calvinismo. El acérrimo calvinista C. Gregg Singer declara que "la grandeza de la teología de Calvino radica en su comprensión de la enseñanza bíblica de la soberanía de Dios".77 ¿Podría Calvino verdaderamente creer que él era el instrumento de Dios elegido desde la eternidad pasada a coaccionar, torturar y matar, para obligar a los ciudadanos de Ginebra a un comportamiento que Dios predestinó y causó?
Calvino ha sido aclamado como un ejemplo piadoso que fundamento su teología y acciones únicamente sobre las Escrituras. Pero mucho de lo que él hacía era anti bíblico en extremo, pero coherente con su teología. ¿No es esta razón suficiente para examinar el Calvinismo cuidadosamente con las Escrituras? Que el Papa y Lutero se incorporaran en profanas alianzas con gobernantes civiles encarcelando, azotando, torturando, y matando a disidentes en nombre de Cristo no justifica a Calvino. ¿No es posible que algunas de las teologías de Calvino fueran igual de anti bíblicas como los principios que impulsaron su conducta? William Jones declara:
Y con respecto a Calvino, es manifiesto, que... la característica más odiosa de todas, fue el carácter multiforme del papado al que se adhirió a través de su vida — es decir el espíritu de persecución.78
Acaso no es Cristo el estándar único para sus seguidores. ¿Y no es Cristo el mismo, a pesar de los cambios del tiempo y la cultura? ¿Cómo pueden los papas ser condenados (y con justa razón) por el mal que hicieron embanderados con la Cruz, mientras que Calvino es excusado por hacer lo mismo, aunque en menor escala? Los siguientes pasajes son sólo dos de entre muchos que condenan a Calvino:
Uno se pregunta cómo muchos líderes cristianos de hoy pueden continuar alabando a un hombre cuyo comportamiento a menudo era tan lejano del modelo bíblico reflejado por estos pasajes.
The Banner of Truth Trust, 1967), 316–17.